jueves, 16 de junio de 2011

SIN UNA ENTRADA

A veces, me pierdo en el tiempo de la nada,

y reconozco el paraíso del que hablaban las antiguas escrituras,

puedo ver los milenios de una absurda existencia a través de una burda ventana,

y esta caótica calma se vuelve inmensa.



Cuando regreso a la realidad,

encuentro desperdicios de un alma consumida por la nostalgia,

regados hay trozos de una vida gastada de manera vana,

solo hay retazos de lo que nunca fue.



Y en mi rostro se dibuja una mueca de odio intenso,

pero mis ojos no pueden ocultar la brutal verdad;

solo soy una niña solitaria,

en esta inmensa oscuridad.



Y trato de perderme de nuevo,

pero a lo que llaman realidad, ya me ha atrofiado bastante el cerebro,

y el paraíso de ensueño

se ha convertido para mi en el infierno de Dante.



Ahora la ventana se ha cerrado una vez más,

no intentare contener este grito silencioso que saldrá de mi triste eco,

por el momento la locura me parece mas razonable,

que todo lo demás.                                
                                                                              INGRID ROHE

No hay comentarios:

Publicar un comentario