Solo
alcanzo a ver sus zapatos, pasos vacilantes al mismo tiempo que retadores, si
está lloviendo no se queda en casa.
Es un
sujeto muy extraño y por eso me agrada, no habla, no dirige la mirada y no
respira. Pareciera todo predeterminado cuando sus cabellos largos no dejan ver
el rostro completo, pero no se detiene.
Con la
playera cada vez mas rasgada, más o menos ya en un 60% de lo que era en tela,
avienta el agua con los pies y se enfada cuando tiene que dormir.
Es tan
sui géneris, y fuera de balance mirarse desde adentro, escuchar la voz sin
emitir sonidos, saltar, empujar y complicar, sin respirar. Perspectiva de
caballo, ojos de cadáver.
VICTOR NEKRO