jueves, 15 de diciembre de 2011

CUANDO LLEGAN LAS GARRAS


Cuando se desgarra el cielo y la lluvia duele, cuando las sombras completan el paisaje, cuando comienzo a escuchar tu voz.

Invita la noche, y las uñas comienzan a crecer, la fe delata su propia naturaleza, y la naturaleza se convierte en mi fe, fría y sin hacer preguntas.

Besando el suelo para que después el cielo descubra, ya de los hombros escurre vacilante la filia escarlata. Un ojo púrpura y el otro que mira hacia adentro, sobre mi espalda el peso muerto, de ti la solicitud.

Cuando la dosis ya nunca alcanza, cuando las etiquetas dejan de vestir, cuando te dije que iría de viaje hacia mí. Cuando las bondades cortantes del diagnóstico perverso no detienen, motivan.

Cierro la puerta, pero no imagino como regreso, sobre algún cartón o las escaleras, pero casa al fin. A tu llamado ofrende.

Cuando despierta la noche. 

Ya mis prendas obligadas al rojo, pintando los rostros que quizás mentí, cuando llegan las garras y me olvido de reír.

                                                                       VICTOR NEKRO