jueves, 10 de abril de 2014

CUANDO EL RELOJ MARQUE LAS 11, Y SE VUELVA AGUA SALADA

Se dice que al buscar entre izquierda y derecha, aparece un reloj, de los que marcan con manecillas mientras ella se asoma mordiendo sus labios, hay que saber leerlo y no distraerse con los retorcidos contoneos de la parte superior.

El 11 es la clave, de frente para acceder tienes que formarlo con tus dedos, mientras pida con la mirada y el tiempo se detenga para abrir la jaula de los segundos.

Encuentra el 11, ella te lo hará evidente reteniendo el 11 antes formado para no querer dejarlo salir, puntualízalo como si algún tipo de alarma se hiciera evidente ante el movimiento que se torne cada vez más rápido por dentro.

No pasarse de las 11:55 ni regresar a las 11:40, es tu labor descubrir el punto.

Cuando el reloj se vaya convirtiendo en agua, valora cada minuto, y aumenta el ritmo a un nivel demencial solo requieres de la virtud del bajista.

Tarde o temprano cederá completamente y como en el mar tu 11 nadará en agua salada, confirma con la tensión de toda ella que lo logró y se perderá vil y salvajemente por 11 segundos, aprovéchalos y prueba un poco para después con la evidencia en los labios marcar un 11 en su cuello. Al buen entendedor pocas palabras.


                                                                AUTOR: VICTOR VAMPIRO NEKRO