El olvido que amenaza barrer con tu piel,
Una oferta que se entrego para callarte,
Para apaciguar el deseo de exterminarte,
Adentro llueve, el sol complaciente se asoma a mirar
como te ahogas.
Tu vida que ya se me ha escurrido por la boca y la
garganta,
El sonido hueco de la enfermedad que ha sido esta
vida,
Benevolente venganza que se han vuelto los besos que
no son tuyos,
Un extraño presentimiento que te me has estado
escapando en sueños.
Quiero regresar a los minutos en que tus ojos me
aprisionaron,
Lacerarme con la idea de que al final seriamos del
otro por algún bizarro conjuro,
Frágil y debilitante compasión que nos apremia;
Deja que termine con tu naturalidad inmediatamente.
Buscare un rincón menos lleno de ti para igual
llorarte,
Me arropare del miedo y del dolor para no
obsesionarte,
Susurrare al sordo silencio que me ayude a perderte,
Hoy le hare el amor a la muerte.
Ingrid
Rohe.