Y Dios dijo: “Hágase la
luz”
y se hizo la luz.
y se hizo la luz.
Génesis 1:10
La palabra del hombre es
por extensión la palabra del cosmos:
magia expresada en verbo.
A veces se nos olvida
y no queremos volver a saberlo;
pero basta observar fijamente, estar atentos.
La palabra sana, trastorna, resucita, crea, aniquila,
conduce los sueños, trasmuta la esencia,
produce milagros.
Basta hablar o aún decir en la mente
para cambiar el universo.
Desde la maraña de nuestros nervios mayores
y a través de algún plano inmaterial
el pensamiento viaja,
hace ecos,
el pensamiento viaja,
hace ecos,
altera las correspondencias.
La palabra es la hermosura del mal,
y el poder del bien.
Todo lo puede.
ALEQS
GARRIGOZ