jueves, 14 de marzo de 2013

EN EL PAÍS DE LOS BUITRES


I
En el país de los buitres
las esperanzas mueren desgarradas;
y el último y agónico suspiro
mengua en los caminos de la nada.

En el país de los buitres
tus pasos chocan con huesos y miembros
y puedes oler al aire la esencia del fin
pues ésta por los vientos cruza...

Algunos sólo sienten lástima de ti,
pero la mayoría de ellos te abusa.

II

No pude soportar la forma en la que El Buitre me miraba.
Sus ojos fríos, humanos, penetrantes como estaca,
recordaban que yo era sólo un despojo.

No pude soportar la forma
con la que apretaba el duro peñasco con sus garras.
Lo supe, sus ojos lo dijeron: me deseaba.

Lo mire tal cual, fuerte, seguro, rapaz,
y mire también al futuro y lo encontré vacío.

Entonces lo vi venir
mientras me recostaba sobre el desierto.

                                                   ALEQS GARRIGOZ


DULCE CASTIGO


Ya no quiero rectificar el pasado,
la idea de la esperanza se petrifica ante la nula posibilidad de
mirarte a los ojos, se que se te ha enfermado la piel y los huesos,
tu sabias que al dejarnos, a mi se me acababan los sueños de 
asesinarte.

Quiero hoy saborear un poco este blanquecino paisaje que nos 
ha alejado, voy a romper miles de ilusiones ajenas con tal de 
obligarte a recuperarme, caminare bajo esta lluvia infernal que 
nunca para, pero ya no me mojare, es demasiado tarde.

Voy a probar un poco de esa densa neblina que te cubre los ojos,
seguro que la encuentras dulce y somnolienta,
voy a robarme una de las sonrisas de tu efímero ángel,
la haré mía solo por una noche, para volver a sentirte en su 
lengua.

Voy a romper ese silencio que se ha mantenido entre nosotros,
traeré una navaja, un martillo y mi mejor sonrisa,
me rizare el cabello, me pondré la piel de serpiente que tanto
te gusta, hoy seré ella; y tu serás desde mañana, mi eterno castigo.

                                                                 Ingrid Rohe.