Agoniza
otra vez en los destellos de color, de las formas y figuras que van cobrando
identidad, ella se despide sin aviso redescubre sus raíces en las horas que ya
pasaron.
Desnuda
y transparente regresas a diario a placer, sin pedir permiso y aniquilando lo
que podríamos llamar media vida, que convive solo mientras te pierdes.
El
aire sabe a muerto, y tan solo es el periodo que utilizo para extrañarte, las
cosas brillan de la manera lógica y no como cuando a tu lado brillan sobre
oscuro.
Entonces
vuelves a nacer ante los ojos cerrados de muchas y muchos, ante la posibilidad
de la imaginación siniestra y ante la tentación de soñar de la forma
tradicional.
Durante el
día, ese cadáver de ti, prefiero simplemente esperar.
VICTOR NEKRO