jueves, 10 de julio de 2014

EL PODER DE UN OJO QUE NO DUERME

Al estar en supuesta normalidad, uno lo sabe y duerme con el ojo izquierdo abierto, que al tiempo la noche coloreó, bondad de destazar con las palabras y cambiar en un gesto la distancia que te guarden los demás.

Ya siempre reside en la espalda la armadura, que explota en el brazo anestesiado, cubre el cuello y la boca en forma asimétrica con la misma tela negra como hilos de sangre coagulada, expone los huesos de la mitad del pecho y dibuja una invitación a atacar.

Asusta más el que provoca con un ojo para quitarte cada nervio a mordidas que el que te muestra un cuchillo, porque al designado que mandaron a imponer le devoré el rostro mientras nunca encontró una palabra para evitarlo.



                                                                         AUTOR: VICTOR VAMPIRO NEKRO


AYER

Ayer caminamos por parajes de cuentos de hadas
e hicimos posible una simbiosis hasta entonces prohibida.
Yo lo reconocí todo con una mirada: estaba todo
como en el sueño que me hace apretar la almohada.
Había otros niños que también lo sabían.
Sí, yo ayer conocí la vida.

También saludé a mil poetas cantando al cielo
y juro que vi a la alegría, que en bicicleta me sonreía.
Juntos oíamos sus rimas, mientras del suelo comíamos sandías.
Nadie rezaba, ni había llantos bajo cobijas,
ni siquiera había en los rosales espinas.
Podíamos sembrar tomates, podíamos hacer el vino;
y hasta destruirlo todo en un impulso asesino.

Era todo a nuestro antojo, era todo nuestro juego.
Así que tomaste mi mano… ¡e hicimos llover el fuego!


                                                                AUTOR: ALEQS GARRIGÓZ