jueves, 23 de junio de 2011

LA LLUVIA DE VIDRIO

Hacia afuera, se observa o simplemente se mira ese brillo estridente y agradable de la luz artificial, la lluvia cae como queriendo desgastar todo lo que impacta, carros, pavimento, personas.

Ya me habían comentado que no lo volviera a hacer, pero aún así decidieron reforzar la ventana, entre sueños escucho que no soy buen acompañante del agua que cae,  mi mano izquierda con fragmentos desprotegidos de piel evidencia que tendrán motivos para decirlo.

Si pudiera recordar el porqué de mi encierro, si pudiera recordar cómo es afuera, si pudiera olvidarme de mí.

Ahora no es una llovizna sino un aguacero, y mientras sigo atento de cada golpe en el suelo, contemplo mi mano derecha, esa que aún es libre, casi por instinto arremeto contra la ventana, cierto esta reforzada, y solo se fragmenta, entonces en ese vidrio roto me miro dividido, distorsionado, risueño, la libertad se tiñe de rojo nuevamente y no parece que en este mundo pase otro día sin lluvia, no parece que en este mundo pase otro día sin poder saborear mi propia libertad roja.

                                                                                         VICTOR NEKRO

TODO EN NEGRO

Ya todo estaba terminado,

El sudor de tu cuerpo se evaporaba lentamente…

Tu complaciente mirada de miel se tornaba opaca…

La sangre corría por tus orillas, quise envolverte de nuevo con mis piernas… no… ya no era el momento.

Cualquiera podría haberlo imaginado,

Menos tu y yo…

No contemplábamos la idea ni siquiera de mirarnos,

Y ahí estabas frente a mi, ardiente de venganza, con esa piel de circuitos tan fría…

Ahí estaba yo, implorándote con mis ojos profanos que pararas esta locura…

Y me tomaste en la habitación vacía de mí,

Y te probé en las imágenes claro-oscuras de mi mente…

Ya te habías deslizado en mi cuerpo antes sin que lo notaras,

Yo ya te había probado con esta lengua llena de palabras inconscientes…

Nuestros cuerpos se movían rápido, mucho más que precisos,

Los suspiros de nuestros dedos nos tornaban más cercanos…

Tus sabias que esto no terminaría, yo sabia que ni siquiera había empezado…

Mis pechos se llenaban de gozo con la perfección de tus besos lejanos...

Y explotamos en la soledad del viento…

Y este gemido silencioso me despejo la mente…

Homicidio de mis fantasías contigo…

Pacto suicida de mis palabras y mis actos…

                                                                        INGRID ROHE

EL TÚNEL

El túnel divide en dos la carretera sinuosa

como a latitudes de una misma existencia

que en vida y muerte se difunden.

                   

Como cuando con un barreno atravesamos

el corazón de una manzana,

así el cerro fue despojado de su entraña.



Pero a veces en la operación se desliza un error.



Lo atravieso con inseguridad y con jadeo.

A través de vidrios empañados,

la niebla va formando caprichosos fantasmas

que juegan a cegarnos, a enloquecernos.

Y es inútil que encienda la radio para no atender



Túnel donde el frío cuaja en estalactitas,

donde la humedad envenena el aire apresado,

donde una cerilla que logra su incendio es letal,

donde se eterniza un grito de auxilio,



Donde se solidifica un pulso de horror.



                                                                            ALEQS GARRIGOZ

jueves, 16 de junio de 2011

AGUJERO NEGRO

Mi juventud es un agujero negro.

Dentro de mí ha caído la luz que yo mismo me he robado.

Astro difunto haciendo implosión,

funesto incubador de la fuerza oscura del lo que existe,

recipiente de la maldad ajena,

dentro de mí cae la luz que yo mismo me he robado.



No puedo hacer el mal

porque el mal me hace a mí.



Impotente de salir de mí mismo,

deseo un instante abrir los brazos como un sol

por siquiera despedir a lo que fui.



Agujero que engulle la posibilidad del amanecer

y aún la inminencia de su existencia,

no sé desde donde quiero hablar...

                                                                                    ALEQS GARRIGOZ

SIN UNA ENTRADA

A veces, me pierdo en el tiempo de la nada,

y reconozco el paraíso del que hablaban las antiguas escrituras,

puedo ver los milenios de una absurda existencia a través de una burda ventana,

y esta caótica calma se vuelve inmensa.



Cuando regreso a la realidad,

encuentro desperdicios de un alma consumida por la nostalgia,

regados hay trozos de una vida gastada de manera vana,

solo hay retazos de lo que nunca fue.



Y en mi rostro se dibuja una mueca de odio intenso,

pero mis ojos no pueden ocultar la brutal verdad;

solo soy una niña solitaria,

en esta inmensa oscuridad.



Y trato de perderme de nuevo,

pero a lo que llaman realidad, ya me ha atrofiado bastante el cerebro,

y el paraíso de ensueño

se ha convertido para mi en el infierno de Dante.



Ahora la ventana se ha cerrado una vez más,

no intentare contener este grito silencioso que saldrá de mi triste eco,

por el momento la locura me parece mas razonable,

que todo lo demás.                                
                                                                              INGRID ROHE

jueves, 9 de junio de 2011

EL PLIEGUE DONDE TE ENTERRE

El instinto me dicta que hay que descansar los ojos de la luz para comenzar a caminar, un paso que duela menos al avanzar, bajo el ritmo de mis pensamientos, atroces son las dunas pero no me quiero detener.

Aquí estaba yo, cuando mude de piel, cuando lo volví a hacer y a lo lejos solo se ve un camino mojado, gris, y por momentos me arropa una sensación de frío sin sabor.

Es un trayecto que pocos nos atrevemos a realizar, se trata más bien de un tipo de descaro, que desafíe a la propia imaginación en columnas de recuerdos, ideales, profecías, se trata de llegar a donde te vi por última vez.

En los pliegues de la mente, en los valles de lo posible, te vuelvo a descubrir y con gusto a destrozar, pues quien no se propone destruirse, dudarse a diario está por lo tanto estancado.

                                                                                    VICTOR NEKRO

cerebro ¿Cuántos gigabytes caben en el cerebro humano?

BRINDIS

Él por ella levanto el vaso;
había gotas contenidas en sus ojos,
sus manos temblaban y sentía miedo…
pero estaba decidido.
Su boca se cerró aferrada a la vida,
él empujaba el vaso pero no bebía. Luego
sus ojos se derramaron… y el vaso también,
sobre sus labios.

Y he aquí que el beso contenido en el vaso,
se abrió y cerró sus ojos que ya no lloraban.
Y he aquí que ya no sintió miedo.

Y fue la tarde de su último día.



                                                              ALEQS GARRIGOZ

EL DIA QUE ME CONVERTI DE NUEVO EN NADA

Desperté en la madrugada, tenía el presentimiento de que en ese momento entrarías por el umbral del cuarto y te acercarías lentamente a mi cama, que me mirarías fríamente mientras dormía… que pausadamente te sentarías a mi lado y con esas manos mentirosas acariciarías mi cara; que fastidiado me sostendrías entre tus brazos y tratarías de demostrar lo tanto que nos hemos alejado…pero no fue así… solo entro una leve caricia del aire helado de enero, mis ojos tiritaron, se petrifico el alma… los nudos de mi mente se desenrollaban… volví a la posición fetal que tomo cuando se que no soy nadie ni tengo nada… optar por la regresión me hizo volver a soñar en negro; desgraciadamente me volviste a hacer falta…


      
                                                                                               INGRID ROHE

jueves, 2 de junio de 2011

EMOCION

Eres la compañía que me invento en el camino

-que con rosas o espinas es el mismo-,

la escalera en la que subo a la cumbre

para lanzarme al vacío, filo de contrastes
en que me sangro para sentirme vivo.



No podría estar contento sin ti -¡Cómo lo estoy!-,

pajarillo con su pequeño grano de sorgo

aleteando entre los mirtos, sin advertir,

la predación ensangrentando el final del cuento.

No me atrevería a tomar tu nombre como mío,

ni podría guiar tu atención hasta mi canto primitivo;

éxtasis de dualidad, río que arrastra júbilo y desesperanza,

vértigo de simas y cimas.



Mano que me prensa y me destruye,

para grabarme en formas imperecederas, eternas.



                                                       ALEQZ GARRIGOZ

PERFECTO

Busqué durante todo mi tiempo un nuevo color, el calor que me helara la espina, la esquina donde no se reflejara una sombra y la alfombra de los sueños perdidos.

Encarcelar el tiempo libre y liberar el periodo muerto, recorrer tus ojos en la ausencia de tu sangre, bailar cuando mis pies ya no estaban ligados a mi cuerpo, disfrutar de la injusticia y la desgracia.

Estornudar mientras bostezaba, pero encontré la terrible posibilidad del nunca y de la nada, del siempre y del todo.

Se encuentra al final la perfección de la vida cuando esta termina, ya no respiras, ya no puedes mejorar mucho empeorar.

Antes de despedirme de lo material quiero decir que este es el instante perfecto.

                                                                                   VIKTOR NEKRO