jueves, 6 de diciembre de 2012

CANCIÓN DE LA NUBE GRIS


Polvo de cadáver
de los hombres más enclenques,
ceniza de todos los fuegos
que sólo segundos ardieron.
Eres la mala fortuna
queriendo ser liberada.
Ligera me sigues,
flotando en exime gracia;
orgullosa presumes
turbia y siniestra magia.

Pérfida nube gris,
a doquier que voy estas allí,
recordando
que no debo reír.


          ALEQS GARRIGÓZ

ICH LIEBE DICH


Se escucha un desgarre,
es la piel que muto en las noches a tu lado,
un goteo, un campaneo, una palabra acortada por los jadeos,
una ilusión que es húmeda, una promesa que late, que advierte estallar.

Que necio y callado es este deseo,
Esta lengua voraz mía que le llama,
Nos enloquecemos hablándonos tonterías al oído,
Me penetra la duda de las mañanas.

Ya los ojos amantes están ciegos,
Solo nos quedan estas manos que inocentemente han pecado,
Se posan tus dedos sobre esta imagen que vierto en mi cabeza,
Las piernas se me tensan, mi garganta aguarda el momento de asfixiarse contigo.

Un torbellino de recuerdos falsos,
Un beso culpable, pasión que se escurre de tu ombligo al mío,
El eco de las ropas roídas por las miradas,
Un breve quejido, un crujido, un Dios que lo mira todo y me enloquece.

Siluetas imperfectas que se funden,
El corazón no ha parado de golpear nuestros pechos ya desnudos,
Un desliz, una suplica colateral del olvido,
Es entre el vaivén de tus gemidos y los míos, donde encuentro que te amo.

                                                                                          Ingrid Rohe.