Ayer me
la rompí, mañana la cubriré, es por naturaleza opuesta y también desde cierto
punto ciego voluntario, oculta.
Pues
desde la izquierda se ve mejor, se apunta con mayor firmeza y se quiere de la
forma que no debiera ser, desequilibrar desde lo físico nos vuelve
impredecibles, peligrosos, completos.
Entre
diestra y siniestra, entre permanencia y revolución, entre salsa y sangre,
entre pito y pérez, sí, yo escojo siniestra.
La zurda,
en mayoría vacilante y errada, en estigma social pero tan tuya, la mirada desde
el lado siniestro revela los grises y desvirtúa las madrugadas. Es más creativa
la intención que se fundamenta en la imaginación de lo bizarro, que de simple
renovación.
También
anduve con la siniestra, y me supieron más las mordidas que las venidas de la
“normal”. Entrar por la salida y encontrar la respuesta en los rincones que no
se quieren explorar.
Es la
siniestra mi maestra, y ya fracturada me sigue recordando, nunca quemes la
izquierda.
VICTOR NEKRO