Una
mancha a modo de niebla va cubriendo mi ojo izquierdo, se reduce la visión pero
bien vale la pena por mantenerlo abierto cuando me toca dormir. Y es así
también como puedes observar a los fantasmas que se olvidaron de regresar a la
utopía y que asustaran a 2 que 3 vecinos, tan solo les guiño para evitar la
confrontación.
Postrado
y ansioso por lo que vendrá con puedo ir adivinando-creando formas y figuras en
la pared, al costo de no cerrarlo a voluntad y forzar de vez en cuando los
músculos a su alrededor atrayendo las opiniones extrañas.
El lado
que te desnude y se excite más allá de la piel, que el hueso expuesto adquiere
sensualidad.
De niño
las flores en papel tenían que, más bien debían ser iguales a todos los dibujos
del salón, pero nunca me disgustó el reclamo por colorear de índigo los pétalos
y el tallo azul.
Cuando
vaya por la calle con tan sólo un ojo abierto también te daré el guiño,
esperando ambos no seas el fantasma del sueño de ayer.
VÍCTOR NEKRO.
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