Una locura insatisfecha,un deseo
reprimido,
una garganta violentada por el
vomito de palabras que no se atreve a escapar, miradas que nunca se cruzan,
cuerpos que se entregan y se
despedazan, y luego solo calma.
Un cielo azul que cubre las
mentiras comunes,
palabras que conozco y no
recuerdo,
lenguas blanquecinas que se
obstinan en lamer el
aire que me atraviesa, propiedad
ajena que es mi piel en esta tierra.
Un tumulto de soledades que hacen
fila,
destellos oscurecidos por la
apatía de sonrisas perfectas,
ojos cristalinos que nunca mas me
reflejan,
perdida de la cobarde identidad.
Una herida leve que se ha
infectado,
un baúl de dignidad que se me
perdió en el Atlántico,
la razón, la reflexión, la lógica;
el frío infernal que desde ahora
me arropa.
Ingrid Rohe.
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