Ni
dejar un legado de textos decadentes,
ni
un corazón destrozado detrás.
No
necesita ser de forma aparatosa;
a
nadie le importaría además.
Desaparecer.
Tan sólo desaparecer.
Ni
una colección de cintas que heredar
ni
una sucia foto mía en un muro:
desaparecer,
tan solo desaparecer
y dejar de jugar al poeta oscuro.
ALEQS
GARRIGOZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario