Se
necesita una implosión, una dosis, una señal de que podemos destruir.
Porque
nació natural, asà como el instinto, desde los núcleos, desde la sobre hasta la
pobre vivencia. Se le tatuó de forma injusta el apellido imborrable de MALA,
NEGATIVA y OFENSIVA.
Pero
proviene de la necesidad, y contiene el impulso descarado de los grises entre
lo que vive y lo que muere. La violencia es, a pesar de la jaula, de los
candados en la mente.
Pues
una madre tiene que ser violenta al jalar al hijo que será atropellado, el
estudiante tiene que ser violento para atacar sus propias creencias y meterlas
en la licuadora, los atletas tienen que ser violentos para dar ese paso,
braceo, grito extra.
Violencia
es un recurso, violencia es potencia, puede ser plan y estrategia. Cuando somos
capaces de añadir inteligencia a la violencia, cuando somos capaces de destripar
y mutilar la ofensa-negativa-mala de la violencia, entonces es cuando sin temer
a nuestra animalidad nos volvemos peligrosamente extraños.
La
violencia y la demencia dejaron de pertenecer solamente a los locos, pues en un
mundo enfermo, los demonios vuelan y los ángeles reptan, pero los libres
generan.
VICTOR NEKRO
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