Es quien
te sigue sin importar la luz o ausencia de sombra, te platica mientras
pretendes descansar los ojos. De vez en cuando se asoma en tus espejos,
desahoga el interés con leves sonidos que interpretas como dejos de suspenso.
Cuida de
tus brazos cuando estás dormido y siempre se queda cerca de la ventana para
observar, juega con tu cabello y se convierte en tus ojos.
Por su
puesto que te odia, porque las personas que te odian son las más cercanas a
poder amarte y viceversa, vive en el horizonte de la mente, aquellos que se
atreven a describir lo llaman inconsciente, pero lejos de definiciones de
diccionario te hablo de la parte enferma y brutal.
Cuando
hablamos de piel él se ríe y con el ojo púrpura se sitúa a tus espaldas, solo
visible cuando aprendes a convivir y disfrutar de tus demonios. Sus brazos son
una extensión de tus garras, y así mismo ante los demás él, cadavérico puede
extenderlos a placer y desbordarlos para perturbar, sin orden anatómico
coherente y múltiples fracturas.
Él te
ama, se pierde en tus cabellos así como su rostro en los propios, largos y
oscuros. Cada quien con su sociópata de cabecera, cada cual con su
ente-instinto de muerte.
AUTOR: VICTOR VAMPIRO NEKRO
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