Te ofrezco mi destierro y mi última ilusión,
Ya no tengo más anhelos, ni tampoco corazón,
La lluvia comienza a caer y refresca mis ideas,
Miro al horizonte esa nube negra.
Así como avanza la tarde,
Así se va tu mirada,
La ternura de la esperanza se va en el adiós.
Vuelve a desgarrarme y come de mi carne,
Y en tus alas te llevarás mi aliento,
Cuando el destino nos vuelva a tentar,
Mis ojos volverán a ver un destello de luz,
Alma vida de mi corazón, en esta vida una falla agrieta el corazón,
Pero una delicada ilusión lo vuelve a fortalecer.
Un aliento de vida que se guarda para la eternidad.
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